No sé si existo

Intentando escribir ficción me di cuenta que no existo. No sé si soy real, eso está en otro sitio. Nadie más que vos y mi cerebro ven esta danza de dedos y ahora lees algo nuevo. ¿Dónde va nuestro ser cuando estamos escribiendo, creando, produciendo? Existo cuando no pienso, no existo cuando escribo.

A las palabras el viento ni las toca. Ni cuerpo tienen fuera de nuestra cabeza. Conceptos relampagueando en el cráneo, sólo aparecen y desaparecen a medida que nos alimentamos de estos garabatos, líneas negras sobre blanco.

A las palabras se las llevan los teclados. Combinaciones exactas de golpes producen un viaje de la mente a otros universos. Una secuencia irrepetible de teclas produce un texto único. ¿Cuántos años pasarán para que otras manos pasen por los mismos interruptores? ¿Es la ficción una mano sobre un teclado? ¿Unos dedos escribiendo? ¿Un cerebro pensando? ¿Unos conceptos volando? ¿Son sólo una simulación de relámpagos? ¿Negro sobre blanco?

La ficción existe, pero es como una hermosa mujer inalcanzable, que ya está adentro de tu cabeza intentando escapar, y no puede salir nunca más.


 09 November 2014 | ficcion