Rock
¿Cuándo empecé a escuchar rock? Probablemente mucho antes de lo que pienso, pero no lo recuerdo. Sólo tengo una clara memoria de un evento en particular: cuando empecé a escuchar Queen, me empezó a gustar el rock —y probablemente el funk—.
De chico, en las vacaciones —o en fines de semanas largos— visitaba junto a uno de mis hermanos a mi padre en Rosario, en el monoambiente que alquilaba —en el cual también vivía otro de mis hermanos—. Ese monoambiente tenía una gran ventaja: nos podíamos aburrir. Entre cajas, papeles, y libros, también había un pequeño tesoro: una radio. La combinación aburrimiento + radio nos hacía buscar alguna estación para escuchar algo entretenido.
No tengo un claro registro en mi mente de haberme interesado por la música antes de un día en particular. Ni tampoco tengo registro por aprender el nombre de una banda, ni de una estación de radio antes de ese mismo día. Ese día escuché esto:
Desde ese entonces supe que me gustaba el rock, y Queen, y que la estación era Radiofónica, y que la iba a sintonizar en futuras visitas a Rosario. Esa versión de Another One Bites the Dust siempre me gustó antes que todo. (El fanatismo temporal generó un video juego que es una bizarreada que mezcla Tetris + Queen + bombas.)
¿A qué viene todo esto? A absolutamente nada relevante para el lector. Esto me llevó a conocer un compañero en la secundaria que vendía un par de CDs de Queen –Greatest Hits I y II– con el cual luego terminamos yendo a clases de guitarra –por tres cortos meses—, y que hoy en día es como otro hermano.