Floppy Disk

En la película The Matrix existen esos discos de entrenamiento que le ofrecen a uno todo el know-how sobre una determinada área del conocimiento humano:

Un poco de eso ya ocurre hoy en día con YouTube: uno graba un video, lo sube, para que luego una “inteligencia” artificial lo utilice para aprender —por ejemplo— a cocinar un bife, y así nos reemplace.

Siempre “el futuro” se vendió como una imagen donde tendríamos que dedicarnos menos tiempo al trabajo y más tiempo al ocio, a leer, al arte, a crear y hacer cosas que nos conmuevan. Pero parece ser que el futuro llegó como un balde de agua fría —o caliente—: Ahora tampoco será necesario crear, porque los robots ya pueden escribir y dibujar. Gracias a toda esa hermosa nube de datos fácilmente crawleable —amigable al robo masivo de datos— que es Internet.

¿Adónde va el ser humano si no tiene qué hacer? ¿Qué pasa si el “arte” ahora lo “genera” un ordenador? ¿Cómo podremos distinguir lo original de lo sintético? ¿Quién va a pagar todo lo afanado? ¿Cuáles serán los incentivos para crear algo en el futuro? ¿Acaso no estamos trabajando cada vez más y creando cada vez menos? ¿Dónde está ese futuro liberador? Cuestiones sin responder.

Silicon Valley, como sinónimo del progreso tecnológico desenfrenado —más que cómo locación geográfica— es como una patada en los huevos que primero golpea y luego pide permiso. Ya habrá tiempo de preguntar, hacer juicios, y ver quién hizo el bien y quién hizo el mal. Pero el dolor ya lo empezamos a sentir. ¿Creemos que el humano va a quedar cruzado de brazos? ¿Sin hacer nada? ¿Que los corazones de millones de artistas van a dejar de latir, sin ningún deseo? ¿Dónde se alojará toda esta información? ¿Serán servidores infinitos? ¿O será en un simple floppy disk? El futuro, aunque virtual, también se ve bastante frágil 💾


 12 March 2023 | ideas sociedad tecnologia ai