El problema de Bitcoin
Más que el problema son los problemas. En este post intento explicar las fallas que veo en Bitcoin –y cualquier moneda virtual basada en Bitcoin– desde un punto de vista de usuario y humano.
Uso masivo, limitado
Para llegar a la masa de gente se necesita comprensión sobre “cómo funciona” la moneda. Bitcoin es complejo de entender y explicar en un 100% sin entrar en detalles técnicos. Comprender cómo funciona la criptografía con pares de claves públicas y privadas puede no ser tan sencillo de digerir para la gente común.
En pocas palabras, la complejidad aleja a la gente común, salvo que ofrezcamos facilidad de uso.
Facilidad Complejidad de uso
Existen dos puntos en conflicto: Facilidad de uso vs. Seguridad. Guardar una clave privada –un bloque de bits– a salvo puede ser una de las tareas más complejas hoy en día. Debido a que la clave debe ser generada por una máquina, siempre hay sospechas de que 1) el programa que la genera también se encarga de enviarla a “alguien más”, o 2) la máquina tenga un virus de un tercero que se encargue de robar claves.
Lo más seguro: Crear una clave privada en una computadora sin acceso a Internet, imprimirla en papel, guardar el papel como si fuera oro, quemar la computadora que usamos para generar la clave.
Lo más fácil de usar: Que un sitio al que entramos con usuario/contraseña nos mantenga nuestra la billetera por nosotros, y mediante una app en el celular podemos comprar y vender. Claro está que además de sencillo, esto es infinitamente inseguro –el dueño de la app es dueño de nuestra clave–.
Medio de ahorro consumo
Por un lado, existen casos de personas que perdieron todas sus bitcoins. Casos donde le roban a alguien su clave privada para hacer transacciones a su nombre, y al otro día –o minuto– se da cuenta que ya no tiene nada, su dinero se fue, por siempre.
Por otro lado, el precio de las bitcoins parece una montaña rusa, podes perder 25% en unos días –o ganar 10 veces–.
Al parecer tener bitcoins ahorradas por mucho tiempo no parece ser un negocio debido a la volatilidad e inseguridad. Es mejor quemarlas lo antes posible –sirve más para consumir que para ahorrar–.
Conversión a dinero real
Los billetes tienen sus ventajas: Existe una autoridad central que los emiten y respaldan. Ese papel que tenemos en la mano equivale a una fracción de metal precioso –u otros papeles– que alguien está guardando en una bóveda por nosotros. Alguien en quien todos confían.
Por otro lado, con las bitcoins la información sobre qué cantidad de dinero tiene cada billetera está distribuida en una red P2P. Nosotros no vemos nada físico, son sólo ceros y unos en un gran archivo que guarda las transacciones desde la primera hasta la última. La red se dedica a alojar y validar transacciones, por lo tanto podemos confiar en que las billeteras dicen tener la cantidad de dinero que tienen.
El problema es que no hay autoridad central que de soporte a nuestras bitcoins con otro tipo de moneda/metal. Si la red dice que mi billetera tiene 10 bitcoins, podemos asegurar que eso es válido, pero, ¿a cuántos dólares equivalen 10 bitcoins? El valor depende de la disponibilidad de convertir bitcoins en alguna otra moneda, o pagar bienes o servicios. (Por eso cada vez que cierra una “casa de cambio” de bitcoins, el valor de la moneda cae estrepitosamente.)
Legalidad de las transacciones
¿Qué pasa con todas las leyes fiscales de cada lugar del planeta? Existen transacciones que –pasado cierto monto– deben ser justificadas de algún modo, por ejemplo, para evitar prácticas de lavado de dinero. Ejemplo en Florida. Ejemplo en Rusia.
Impacto ambiental
Por último, el punto más macabro de las bitcoins es el posible impacto ambiental que presentan los servidores haciendo mining continuamente. Algunos dicen que no hay costo en las transacciones de bitcoins. Aunque a simple vista es lo que parece, la red P2P se encarga de “absorber” ese costo. Creo que si en el futuro más gente comienza a adoptar esta forma de pago, el consumo de energía puede representar un impacto ambiental considerable.
Tarea para el hogar: ¿Qué impacto ambiental tiene nuestro dinero actual? Teniendo en cuenta todo el sistema de extracción de metales, almacenamiento/seguridad, transporte, emisión de moneda, transacciones bancarias, funcionamiento de cajeros automáticos, etc.